La Manzanilla Cacereña apuesta por la investigación para conseguir la diferenciación en los mercados

El pasado martes 2 de agosto se reunieron en el Poblado de Gabriel y Galán (Guijo de Granadilla) un amplia representación del sector productor y transformador de la aceituna Manzanilla Cacereña y los Grupos de Acción Local donde esta variedad de aceituna es significativa: CÁPARRA, APRODERVI, ADISGATA, ADICHURDES y SOPRADEVAJE, contando con la coordinación técnica de CTAEX.
 
Dicha reunión fue organizada por CTAEX en las instalaciones del CEDER CÁPARRA, con el objetivo de poner a disposición los avances tecnológicos en el sector del olivar, concluyendo que se deben aunar esfuerzos para visualizar la singularidad de esta variedad de aceituna y poder mejor defender su calidad en los mercados internacionales, para ello se apuesta por crear un Grupo Operativo, novedosa herramienta por la que la Consejería de Medio Ambiente, Desarrollo Rural, Políticas Agrarias y Territorio de la Junta de Extremadura, pone a disposición financiación para que los agentes de un sector agrario cooperen para aumentar su competitividad mediante la transferencia tecnológica.
 
La variedad Manzanilla Cacereña es una de las variedades más emblemáticas de nuestra región. Es una variedad principal, cultivada principalmente en Cáceres ocupando más de 48.000 ha. La comarca de Gata-Hurdes es, con mucho, la que mayor cantidad de olivos de Manzanilla Cacereña posee (23.418 ha); le sigue Tierras de Cáceres con 6.470 ha. En las Villuercas y La Siberia también es una variedad predominante, aunque su cultivo se extiende al sur de Salamanca, Ávila y Madrid, con lo que suman 16.000 ha a las existentes en Cáceres.
 
Sus aceitunas poseen una doble aptitud, pues sirven para elaborar aceitunas de mesa en muy diferentes presentaciones (negra oxidada, estilo “Campo Real”, negras naturales, etc.) así como para ofrecernos premiados y afamados Aceites de Oliva Vírgenes Extra. Su destino comercial principal es para aceituna de mesa “negra oxidada”, las cuales son exportadas casi en su totalidad hacia mercados, siendo muy importante la venta en rodajas como ingrediente para pizzas. Aunque en menor volumen, su transformación para obtener aceite es muy importante, siendo numerosos los reconocimientos obtenidos en concursos internacionales gracias a sus intensos frutados verdes que evocan a frutas (plátano, manzana) y a su sabor “redondo” donde se aprecian el sabor dulce con el amargo y picante de los frutos tempranos.
 
Los olivos de Manzanilla Cacereña se cultivan en suelos de pendiente, pobres y ácidos, lo que les provoca poseer un bajo vigor y una producción media de 15 kg/olivo. La maduración de sus frutos es temprana, iniciándose su verdeo a finales de septiembre y continuando con la aceituna de molino.
 
La baja producción junto con su bajo rendimiento en aceite hace necesario defender la calidad y singularidad para hacer rentable el cultivo de esta variedad. El sector productor de Manzanilla Cacereña, así como las industrias (cooperativas y privadas) que comercializan con un valor añadido esta variedad, han decidido seguir apostando por su variedad autóctona, por su cultivo y su entorno. Para ello establecerán una estrategia con actividades técnicas y demostrativas que consiga dar mayor valor al olivar principal de Cáceres.